¿Por qué no comes carne?

Cuando una persona decide dejar de comer carne, una de las primeras cosas que ha de hacer es enfrentarse a esta pregunta: ¿Por qué no comes carne? Algunas personas, se creen con el derecho de cuestionar las preferencias alimentícias de los demás...Tras esta inocente pregunta, normalmente se esconde alguien que posiblemente no se conformará con la explicación que le demos, acto seguido a oir nuestra respuesta, pasará a cuestionarla.
¿Es posible que la única respuesta incuestionable sea: "no como carne porque no quiero"?

Bueno, si yo sé los motivos por los cuales no como carne y alguien me los pregunta, no veo el inconveniente a responderle sinceramente. Si luego cuestiona mi respuesta, ese ya es su problema. Nadie me obliga a entrar al trapo para intentar convencerle de que es mejor no comer carne, sencillamente yo sigo fiel a mi decisión, y la otra persona que haga lo que quiera. Como mínimo se le ha ofrecido una oportunidad para considerar su alimentación desde un punto de vista que igual nunca ni se había planteado, porque la sociedad nos dice que HAY QUE comer carne. Encuentro natural que con tanta influencia del entorno, aún después de nuestra respuesta la otra persona dude de los beneficios de no comer carne. Es más, es beneficioso que siga cuestionándoselo, ya que sinó se volvería en un acérrimo defensor de los no-comedores-de-carne sin haberlo experimentado por sí mismo, cosa que no tiene mucho sentido. Si quiere probarlo, que experimente, y que después saque sus propias conclusiones. Igual, si empieza a encontrar personas que le contestan abiertamente con sus motivos personales para no comer carne, esta persona lo empieza a considerar como una opción, y puede que algún día tome una decisión responsable para con su salud. Si le contestamos con un "porque no quiero", le estamos robando la oportunidad a esa persona de que tome una actitud responsable con su alimentación: esta persona no tendrá ningún argumento para dejar de comer carne; es más, emocionalmente le quedará el recuerdo que alguien que no comía carne no le quiso contestar, y probablemente eso hará que sea todavía más reticente a la opción de no comer carne. Tal y como lo veo, no se trata de ser un misionero para que la gente no consuma carne, pero si alguien viene y me pregunta, tengo que ser responsable de mis acciones: ¿comparto con él mi punto de vista y le doy una nueva opción, o le privo de ello para evitarme una discusión (que de hecho, nadie me obliga a tener: dos no se discuten si uno no quiere)? Que luego comprenda mis motivos, que los comparta, que los experimente como suyos, eso ya sólo depende de él o ella. No de mí.

Hola Marc, bienvenido!
Estoy de acuerdo contigo. Lo que pasa es que a veces, quien pregunta no tiene ninguna intención de tener una actitud objetiva y abierta, y antes de preguntar ya te está etiquetando